
El alma de casi quinientas personas ha resurgido hoy en el Parque de La Carcavilla de Palencia, donde la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica ha querido recordar, con un monumento y un emotivo acto de homenaje, a los militantes republicanos fusilados en Palencia durante la Guerra Civil y enterrados en este lugar que un día fue un cementerio.
Entre banderas republicanas, ramos de flores y paraguas, familiares de los represaliados venidos de todos los puntos de la provincia de Palencia, de Valladolid, del País Vasco, Madrid o Barcelona, se arremolinaron hoy bajo la lluvia para homenajear, recordar y escuchar los testimonios de unos hombres y mujeres que murieron por la democracia.
Con la inauguración del monumento "Memorias al cubo", se ha consolidado hoy un proyecto que ha supuesto para la Asociación de la Memoria Histórica "dos años de trabajo, de limar asperezas e incomprensiones", ha señalado el coordinador del proyecto y miembro de la asociación, Gerardo Pescador, en declaraciones a EFE.
"Hoy por fin se hace un homenaje a estas personas y sobre todo se hace memoria de un acontecimiento que hace 75 años dividió nuestro país, hoy decimos a las generaciones futuras que hay que recordar para que no se repita", ha subrayado.
Gerardo Pescador ha precisado además que en "este país políticamente contradictorio" respecto a la memoria histórica, donde se ha generado polémica, "no queremos abrir heridas sino todo lo contrario, queremos reconciliación pero por encima de todo reconocimiento".
El monumento de Jesús Lizasco, un gran muro de acero que simboliza "las barreras que siempre existen en la sociedad" con una puerta abierta "al pasado y al futuro", ha arrancado hoy los recuerdos emocionantes y tristes de todos aquellos que cruzaban la puerta buscando el nombre de sus familiares muertos y depositando ramos de flores.
Tras el muro, tres figuras de bronce que representan a los fusilados cayendo y alrededor se ha reunido hoy una multitud de personas para ver, sentir, recordar y escuchar los muchos testimonios que se han ido intercambiando en el hoy Parque de la Carcavilla.
De fondo, el Canon de Pachebel interpretado por el trío de cuerda Hamilton y al micrófono la voz de Ana Bella Martínez que ha leído las últimas palabras de su abuelo, Manuel Calvo, que cometió el delito de ser socialista "en una Castilla que escondía en sus páramos demasiados odios y rencillas".
Desde la cárcel de Palencia escribió a su mujer y sus hijos antes de ser fusilado, consciente de la maniobra de sus vecinos, de las envidias de unos "asesinos cobardes", para decirles que recuerden siempre que "muero por defender los derechos y libertades de la república no por ladrón ni asesino".
Artículo y Fotografía tomados de Público.