Los obispos se suben al carro de la campaña electoral

Los obispos proponen votar a quien impida las bodas gay y la negociación con ETA

La Ejecutiva Federal del PSOE replicó hoy a la Conferencia Episcopal que según sus tesis no se podría votar a ningún partido en España porque todos los Gobiernos han dialogado con ETA, al tiempo que tachó de "argumento hipócrita y malintencionado" recurrir a este asunto para pedir el voto en contra del Gobierno en las elecciones generales.

En un comunicado, la dirección socialista estimó que "si los obispos quieren apoyar al PP, están en su derecho de hacerlo" pero consideró "inmoral" que "los obispos, como el PP, utilicen el tema del terrorismo para hacer campaña electoral".

El PSOE difundió este comunicado después de que la Conferencia Episcopal haya pedido a los católicos que apoyen "con su voto" a aquellos partidos que no reconozcan "explícita ni implícitamente a una organización terrorista como interlocutor político".

"Si no hay que votar a los partidos que han dialogado con ETA, no hay que votar a nadie porque ningún partido cumple ese requisito. Con ese criterio, no se hubiera podido votar a Adolfo Suárez, ni a Felipe González, ni a José María Aznar. Todos ellos dialogaron con ETA e incluso alguno de ellos, como Aznar, con un obispo como intermediario", añadió el PSOE en su nota.

Los socialistas admitieron que "cualquier organización tiene derecho a expresar sus preferencias políticas" y agregaron que, de hecho, "los obispos y los dirigentes del PP se han pasado toda la Legislatura manifestándose juntos en contra de las leyes de derechos civiles que ha aprobado el Parlamento".

Para el PSOE, dado que "el PP ha secundado las posiciones del sector más duro de los obispos" ahora es "el sector más duro de los obispos" el que corresponde al PP brindándole su apoyo antes de las generales.

Sin embargo, la Ejecutiva socialista se mostró convencida de que "la inmensa mayoría de los españoles, católicos y no católicos, defienden el Estado constitucional" y una sociedad laica "en la que cada persona tenga derecho a vivir según sus propias ideas y creencias sin que nadie imponga su doctrina a los demás".

Por ello, considera evidente "es evidente que los obispos que han firmado ese comunicado no creen en esa sociedad" y por ello están muy lejos "de la sociedad española de hoy".