Segunda sorpresa. Semana Santa en Palencia. Me encanta. Porque es nuestra y todo lo palentino, salvo los políticos, me llena de orgullo y porque, verdaderamente, merece la pena. Sin embargo, hubo una cosa que me llamó poderosamente la atención. Una de las carrozas que portaba el paso de Jesús crucificado estaba adornada con diversos escudos. En uno de ellos se podía leer: «18 de julio de 1936». Sí, la fecha del inicio del golpe de estado que provocó la Guerra Civil española y la muerte de tres millones de españoles (ni rojos, ni azules, españoles). Como creyente que soy, no me parece lo más correcto adornar el paso del hijo de Dios con ese escudo conmemorativo del inicio de una masacre, sin valorar otros que tenía.
Tercera sorpresa. Políticos y responsables de tráfico se congratulan porque no se han superado las cien víctimas en accidente en la Semana Santa, ya que «sólo» murieron 63, reduciéndose de forma notable el número de siniestros. ¿Cuándo se darán cuenta los políticos y los responsables de la DGT que con que haya un solo muerto ya es un fracaso? Díganle a cualquiera de los familiares de esos 63 muertos en la carretera en Semana Santa que la Operación Retorno ha sido un éxito...Quizá algún día lo sea. Un fin de semana 00, cuando España esté llena de autovías, no de peligrosas carreteras en mal estado, y cuando a los vehículos se les obligue a llevar limitadores de velocidad.
Artículo tomado del Diario Palentino.